Si te gusta el cine asiático y en especial el cine taiwanés, puede que ya hayas visto alguna de las obras maestras de las que vamos a hablar a continuación.

Algunas de las películas más populares del cine de autor de Taiwán que han ayudado a que el país se diera a conocer a nivel internacional, surgieron durante uno de los capítulos más importantes y más duros de su historia: en la década de los 80 del siglo XX, el país se encontraba en mitad de un clima de tensión política, al mismo tiempo que surgían movimientos de denuncia social como el de los cineastas que componen la Nueva Ola de Cine Taiwanés, con motivo del descontento social de la población.

Contexto histórico: Taiwán en la década de 1980

Para situarnos en el contexto histórico, es necesario saber que en Taiwán se produjo la ocupación japonesa del 1895 a 1945 y posteriormente la ocupación china del 1949 al 1987. Ambas colonizaciones tuvieron nefastas consecuencias para la población de Taiwán, pero sobre todo durante el gobierno chino del Kuomintang (KMT) fue cuando se impuso la ley marcial y con ella la censura durante el período del llamado White Terror que duró cerca de 40 años. La libertad de expresión fue suprimida, incluyendo la cultura y el cine que promoviera la diversidad y el espíritu crítico. 

El cine fue introducido en Taiwán por los japoneses en el 1901 y al igual que durante la ocupación china, el cine tenía un carácter propagandista. El cine de Taiwán de los años 70 se dirigía más hacia una audiencia procedente de la China continental, excluyendo de la gran pantalla las problemáticas propias de los taiwaneses y taiwanesas y de los pueblos indígenas. Como decíamos, el cine servía como propaganda del gobierno en funciones y, cuestiones como la identidad cultural de la población taiwanesa y la eliminación del uso de los diferentes idiomas, como el taiwanés o el de los hablados por las comunidades indígenas, se eliminaron con la censura de la ley marcial ocurrida durante la dictadura, que duró más de 30 años, hasta que en 1987 se comenzó a producir un cambio hacia la democracia.

La Nueva Ola de Cine Taiwanés surgió en la década de 1980 durante esta época de profunda transformación política, social y económica y fue a través de las películas de cineastas tan influyentes hoy como Hou Hsiao Hsien o Edward Yang cuando comenzó a surgir la idea de una nueva identidad cultural taiwanesa, mostrando a través de sus producciones la realidad social vivida en aquel momento con la intención de ser un movimiento social reivindicativo. Esto marcará un antes y un después en la industria cinematográfica de Taiwán, tanto a nivel nacional como internacional. 

Ambos directores nacieron en la China continental pero crecieron en Taiwán, y plasman de manera autobiográfica muchas de sus inquietudes y experiencias durante este período tan controvertido de la historia de Taiwán.

Cineastas de la Nueva Ola y algunas de sus películas más relevantes

Estas son algunas de las películas más populares de los principales auteurs del consagrado Nuevo Cine Taiwanés:

Hou Hsiao Hsien

The sandwich man (1983). Considerada una de las obras más representativas del inicio de la Nueva Ola, se presentan tres historias de carácter realista basadas en los relatos del famoso escritor taiwanés Huang Chun-ming. En este primer relato dirigido por Hou Hsiao Hsien, se cuenta la historia de una pareja que intenta sobrevivir en la ciudad de Taipéi con el trabajo precario del padre que se intenta ganar la vida como “Sandwich Man”, un payaso ambulante que lleva un cartel por la ciudad anunciando películas para el dueño del cine local.

Dust in the wind (1986). Debido a la falta de recursos económicos para continuar con sus estudios, una pareja de novios desde el instituto sale de su pueblo natal en la región minera de Jiufen para buscar oportunidades laborales en Taipéi, donde tendrán que enfrentarse a la cruda realidad de la urbe, además de lidiar con la obligatoriedad del servicio militar de Taiwán. A través de la estética realista Hou Hsio Hsien presenta esta historia melancólica donde se aborda el amor y la inocencia perdidas en una juventud enfrentada a las problemáticas de la vida adulta en un territorio que se encuentra en constante cambio.

A city of sadness (1989). La actuación estelar del actor hongkonés Tony Leung contribuyó al gran éxito de esta gran producción, que relata la vida de tres hermanos taiwaneses en el momento del fin de la ocupación japonesa, la secesión a la China continental y el comienzo de la ley marcial, con el trágico suceso del incidente del 28 de febrero de 1947 (incidente 228). Esta película ha sido remasterizada en 4K recientemente y se puede ver en cines en Taiwán.

Edward Yang

The Terrorizers (1986). Un clásico del género drama/suspense taiwanés, donde la historia de tres parejas se entrelaza en un Taipéi contemporáneo, donde lo urbano cobra una importancia vital para el espectador.

A Brighter Summer Day (1991). Basada en las experiencias personales del director durante la adolescencia, narra la historia de las dificultades a las que tiene que hacer frente una familia emigrada desde la China continental a Taiwán durante la década de los 60, abordando los problemas de la dictadura militar.

Taipei Story (1985). Protagonizada por el director Hou Hsiao Hsien, narra el creciente distanciamiento entre un jugador de béisbol fracasado que trabaja en el negocio textil de su familia y su novia (Tsai Chin), que se aferra a la movilidad ascendente de su carrera en la promoción inmobiliaria. Una vez más, Yang denuncia la precariedad y los problemas de la vida urbana en un Taipéi contemporáneo cada vez más industrializado.

Sylvia Chang: el papel de la mujer en la Nueva Ola de Cine Taiwanés

Aunque se suela dar más protagonismo a los directores de género masculino al hablar de la New Taiwanese Wave o Nueva Ola de cine Taiwanés, nos gustaría destacar la imprescindible figura de la directora, escritora, actriz y cantante Sylvia Chang, la cineasta taiwanesa más importante del movimiento artístico. Caracterizada por su versatilidad y habiendo actuado en varias de las películas de los directores de la Nueva Ola, las películas dirigidas y escritas por ella abordan el feminismo desde una perspectiva muy sutil, cuestionando los roles establecidos de la época. Las películas de Sylvia Chang comienzan a dar visibilidad a la representación de las mujeres de la época no solo en Taiwán si no también en otros países asiáticos como Hong Kong, además de romper barreras transnacionales llegando a Estados Unidos. En sus relatos de género dramático/romance pone de manifiesto la dificultad de ser mujer en un mundo patriarcal. Siempre ha reivindicado el papel de la mujer en la industria cinematográfica de Taiwán y Hong Kong, y fue precisamente en Hong Kong donde desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en el mundo del cine, llegando a ganar el premio a la mejor actriz en la ceremonia de los Premios del Cine de Hong Kong de 2018 con la película Love Education (2017), que ella misma dirigió.

Passion (1986). Este drama romántico rodado en Hong Kong narra la historia de dos mujeres viudas que pasan los días recordando tiempos pasados. Los triángulos amorosos son muy comunes en sus películas (al igual que ocurre con muchas películas asiáticas de la época)  y en la película se ven varios flashbacks mostrando el amor que sintieron por el mismo hombre. A través de estos triángulos amorosos se pretenden mostrar las relaciones de poder que existen en las sociedades marcadas por el patriarcado. 

Mary from Beijing (1992). La protagonista de este drama romántico es Mary (Ma Lei), una mujer nacida en Hong Kong y criada en Pekín que decide regresar a su lugar natal y buscarse la vida debido a las incertidumbres políticas de la época (Hong Kong dejaría de ser colonia británica en el 1997 y ser traspasada a China), pero para conseguir el carnet de identidad hongkonés debe presentar una documentación que nunca parece ser suficiente. Allí conoce al hijo de un joyero rico, pero este insiste en mantener su relación en secreto debido a sus diferencias de origen y de clase social, cuando lo más común era obtener la aprobación de los padres para poder casarse. Es entonces cuando Mary conoce por casualidad a un hombre de negocios, que como ella nació en Hong Kong pero se crió en Reino Unido y que acaba de divorciarse recientemente. Ambos comienzan a conocerse y surge el amor de forma inesperada. En este drama romántico vemos cómo las diferencias culturales y de idioma y el cuestionamiento de las tradiciones jugarán un papel muy importante, además de la importancia de la independencia económica y de estatus social de la mujer. 

 

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